Se extrañó de su presencia. No sabía quién podía ser. Le miró asombrada y parecía que iba a iniciarse un diálogo. Vio su rostro algo deteriorado por el tiempo, pero permanecía allí observando y observado. Se escuchaba el murmullo, las risas de los juegos de la chiquillería y el arrullar de muchas palomas, el cantar de las fuentes y el leve aleteo de los árboles. García Sanabria había construido aquel parque y su efigie parecía mirar el transcurrir de la vida en aquel espacio de paz.
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4 comentarios:
Estaba leyendo tus palabras y parecía se iba haciendo en mi cabeza una imagen de una escena ya vivida, vista es otra ocasión, quizás en otra época.....no se pero es lo que me ha venido a la cabeza.
Un abrazo.
Un caso que suele ocurrir de vez en cuando. Parece como algo mágico que nos trastoca.
Un abrazo.
Muy buena toma...estupenda descripción de uno, de los muchos, momentos que se han vivido -y seguirán- en ese Parque.
Un abrazo.
Ramón
Sigues en tu buena linea de imagenes :)
Que buena toma y que acierto tan grande el b/n.
Biquiños :)
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